La solución es que hay que recuperar el valor del perro.
¿Porqué digo esto?
Los perros hoy en día se sienten como objetos ya que los usamos para conseguir algo relacionado con nuestro ego ya sea por falta de atención, la soledad, falta de cariño, tener una vida que no nos llena, pérdida de un ser querido, etc etc.
¿Qué con seguimos con esto?.
Que los perros deje de vivir el momento, se angustien porque se proyectan en un futuro donde se sienten solos con lo que no tienen una adecuada gestión de sus emociones, no se ven capaces de enfrentarse a los problemas cotidianos, crean ansiedad y no disfrutan de la vida.
Un proceso largo de ansiedad puede acabar en depresión.
Ahora bien,¿qué podemos hacer?
*Tratarlos como perros. La humanización para satisfacer nuestro ego les roba su identidad
*Proporcionarles silencio, que no es silencio si no ausencia de ruido
Cuando haces estas dos cosas consiguen claridad mental. Y tanto la claridad mental como su energía mental se disparan.
Hoy en día hay muchas investigaciones sobre la relación del rendimiento y la claridad mental que explican como el nivel de tensión del individuo influye en su toma de decisiones.
Todos necesitamos un nivel de tensión para rendir bien pero con un exceso esto decae, ya que hay partes del cerebro que se bloquean y son imprescindibles para una correcta capacidad de toma de decisiones, para aprender, para pensar con claridad.
Por eso un perro bloqueado está psicológicamente anulado y por eso es necesario tenderles una mano para que, en su idioma, hacerles entender que estamos con ellos como nos necesitan y así aumentará su ánimo, su creatividad, su ganas de vivir.
Os voy hablar del efecto Pigmalión. Lo demostró el Dr.Robert Rosenthal que era un catedrático en psicología en la universidad de Quembrich, habla de cómo las expectativas que un profesor tenía en sus alumnos influían significativamente en el resultado de estos.
Si aplicamos esto a los perros, al tratarlos como un animal débil, indefenso e incapaz, y esto es lo que veo yo a diario cuando recibo un perro en nuestro centro, reduciremos sus expectativas porque acentuaremos más sus fallos y reduciremos sus capacidades.
Pero si lo tratamos como lo que es, un depredador capaz, fuerte y duro lo veremos crecer porque nos fijaremos en su intención de mejorar porque se sentirá admirado.
Pensar en vosotros mismos y en los ejemplos que hayan influido en vuestra vida y veréis quien hizo que dudarais de vosotros mismos o os animó a crecer.
Pues esto es lo mejor que podemos transmitirles, eso es el legado del líder, transmitir que una puerta abierta son infinitas posibilidades.
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