Hoy me gustaría contaros otro caso muy llamativo que tuvimos en nuestro centro. Es el caso de Marte, un pastor alemán que tenía un trastorno de estereotipia.
La estereotipia es un recurso que usan algunos animales para evadirse de la realidad. Los comportamientos más frecuentes son perseguirse la cola, perseguir luces, sombras, brillos y en general comportamientos repetitivos, similares al trastorno obsesivo compulsivo de los humanos.
Marte tenía cuatro años cuando cambió de familia, hecho que le resultó traumático y provocó incertidumbre. Fue entonces cuando comenzaron los síntomas de su trastorno: estaba obsesionado con las luces, reflejos, láseres, hasta tal punto que pensaron que tenía alguna vértebra dañada porque siempre iba con la cabeza agachada… ¡pero en realidad iba buscando luces! Triste pero cierto, cada ser soporta la presión a su manera y los cambios a veces son duros para ellos.
Así que nos pusimos manos a la obra. Marte se vino a nuestro centro de educación y tras varios días de paseos y actividades le fuimos llevando a nuestro terreno. Descubrimos que le encantaba el agility, así que lo utilizamos como su vía de escape.
Poco a poco, como su nuevo guía, le hice entender que su antiguo comportamiento no era el adecuado. Su respuesta fue rápida y en poco tiempo dejó de obsesionarse con las luces y se centró en los nuevos retos para acabar siendo un ejemplar que cada uno de nosotros quisiéramos tener como compañero.
Aquí tenéis el vídeo de su evolución.