Hoy os quiero contar la historia de Mec.
Mec es un pitbull de 6 años que tuvo una vida y un pasado bastante difícil. Criado sin socializar ni salir nunca, condenado a pasar los días en una finca sin más estímulos que ver pasar los días. Por si eso fuera poco, acabó abandonado en una perrera, donde su nivel de ansiedad y descontrol fue creciendo aún más.
Un día, una buena familia decidió rescatarlo de la perrera. Sin embargo, los problemas de Mec requerían de un profesional y decidieron traérmelo para educarlo y darle una segunda oportunidad.
Fue un arduo trabajo, ya que el perro reaccionaba con una agresividad muy acentuada ante absolutamente todo: otros perros, otros animales… ¡Pero nos pusimos manos a la obra!
Comenzamos primero paseando muchísimo por el campo. Esta actividad le ayudó a liberarse y a trabajar sus aptitudes físicas, ya que estaban totalmente atrofiadas. Continuamos trabajando la autoestima, a base de superar obstáculos físicos, desafíos y retos. Cuando Mec ya estaba más calmado y receptivo, le enseñamos el valor del ¡NO! y cómo eso le proporcionaría autocontrol frente a estímulos. Fuimos añadiendo estímulos de más suaves a más altos para que se acostumbrase a todo y fuese un perro feliz y equilibrado.
Fue sorprendente ver cómo se adaptó a su nueva realidad. Por suerte, los perros siempre quieren ser felices, y una vez que ven el camino claro, lo aceptan ¡y lo viven!
Si os ha gustado la historia, os encantará ver la película 😉