Aquí es donde me gusta estar, esto es lo que me gusta estar haciendo, como la garza, como el ánade, el porrón, la fifita y la avefría, la carpa y el galápago… ¡soy libre!
Tengo amigos a los que no les gusta esto, otros más que a mí pero muchos no vienen o vienen muy poco. Otros prefieren el sofá de sus amigos y otros, bueno, otros no se sienten bien, no se sienten libres, no tienen manada, no se sienten perros, me cuentan.
Me cuentan que no entienden que está pasando. Ven a colegas en carritos, con moñitos y lacitos, con falditas y chalequitos. Huelen raro porque se pasan horas en baños como si fueran garbanzos. Y cuando quieres acercarte a ellos sus amigos los cogen en alto como si fueras a comértelos y ambos se ponen histéricos, ¡pero yo no quiero hacerte daño! Otros van todo el paseo discutiendo, sus amigos les gritan, tiran de la correa continuamente mientras usan un aparato cuadrado que no paran de mirar… ¡¿y yo, por qué no juegas conmigo?! Algunos como no están contentos van buscando pelea, ladrando, ves ansiedad entre ellos como si de un fantasma deambulando se tratara, frecuencias distintas entre ellos.
Los hay que van a sitios donde hay muuuuuchos perros y muuuucha gente. Parece una fiesta pero es algo raro: todos van disfrazados, perros y amigos. Hay mucho ruido y tensión en el ambiente, qué raro, ¿por qué no se divierten si parece una fiesta? Me cuentan que sus amigos no paran de peinarlos, que le ponen la correa muy arriba y sin parar de tirarle empiezan a dar vueltas….¿por qué me tiras del cuello? No soy una jirafa, ¿por qué me gritas y me trasmites mala energía? Yo sólo quiero hacerte feliz y jugar con los demás hermanos, no me gusta estar aquí, no me dejan ser feliz.
Otros son cazadores y lo pasan genial porque van a sitios nuevos y no paran de perseguir conejos y pájaros, es el paraíso, todo el día corriendo en libertad… hasta la hora de irnos… nos meten en cajas muy apretados, sin agua, ¿por qué nos dejan al sol?, tú estás a la sombra y bebiendo, después de todo el día llevándote la caza… y luego a casita, donde pasamos meses hasta volver a salir. No podemos correr en meses…. pasamos días solos y sucios ¡No estoy cómodo!
¡Ya llegan las vacaciones! Estoy deseando ver otro sitio nuevo y… pero, ¿qué pasa ¿dónde vais? ¡Eh! ¡Que me he quedado atrás! Se han olvidado de mi…. ¿Y qué hago ahora? ¿A dónde voy? No conozco a nadie, tengo miedo…
Me encanta jugar contigo, ¡ay! ¡Que me pillas! ¡Ahora voy a pillarte yo! ¡Voy a lamerte la cara! ¡Esa es mi colita! ¡Zasss! Pero, ¿por qué me pegas? Estábamos jugando ¿no eres mi amigo? Estabas en el suelo conmigo y ahora me gritas, no te entiendo… ¡Ah! ya me acaricias de nuevo, pero no me fío…
¡Genial! ¡Hoy estamos jugando en el campo! ¡Estoy muy contento y corro como un loco! Guau mira ¡un conejo! Voy a por él. Sí, sí, ¡ya te he oído! voy todo lo rápido que puedo pero… se escapó. Jeje qué bien me lo he pasado amigo. ¿Pero por qué te enfadas ahora que vengo? Fui a por el conejo para ti, ¡me castigas porque no lo cogí? Pero si me has pedido que venga ¿por qué me reprendes? La próxima vez que me llames… ¡No sé si vendré! ¡Estoy perdiendo la confianza en ti!
Yo sólo necesito un guía que sea mi compañero, agua, comida y poco más. Mi vida es muy simple… ¡No me la compliques y seré tu mejor amigo!